En mi vida he visitado un blog, a excepción de cuando caes
en alguno por necesidad de ver algún cartel, convocatoria o lo que fuera. Así
que el primer sorprendido de que este haciendo esto soy yo, nunca me han
llamado la atención y siempre me han parecido algo de gente que acuden a la red
para calmar su necesidad de ser escuchados por más gente (o al menos creérselo),
de intelectuales que escuchan cantautores afganos o vietnamitas, amantes de las reflex que
necesitan un sitio donde volcar sus cositas sin afán de que nadie las vea (no
me lo creo) o poetas que nadie los publica y a fin de cuentas es la manera de
autoeditarse más barata, ahora debo ser yo uno de esos también aunque no reúno
ninguna de esas características.. aunque llevo gafas, cabe decir que tienen cristales
y son por puta necesidad.
Pero vamos aquí estoy y ya de ser mi primera entrada, que
sea esta mi presentación. Usare el seudónimo Alvarito Cervezas, y de los que componemos
este proyecto, por decir algo y darnos una importancia que no tenemos, aparte
de ser el tío más guapo de los tres podría decir que también soy al que más le
gusta beber botellines en los bares. Aquí es importante matizar, he dicho bares
y no mierda de franquicias donde el camarero llena jarras, como un obrero
ensambla componentes de un motor en una fábrica, durante un turno interminable
donde los segundos son horas y las horas son días..
BODEGA EL BURGALES
Y ahora si queréis saber que es un bar, creo que lo mejor es dar un jodido ejemplo y solo se me viene a la cabeza uno. Su nombre no es otro que Casa de comidas Gabi o como su luminoso de tela con rallas rezaba, El Burgalés. A pesar de nunca haber estado en Burgos salvo una excursión cuando apenas tenía 11 años en Miranda de Ebro (si fui a este sitio obviamente tuve que cruzar la provincia por si se quiere rizar el rizo), un sitio en el que mi mejor recuerdo fue ver en una pantalla gigante de albergue la heroica gesta de aquel Depor dirigido por Jabo Irureta y timoneado por uno de mis ídolos, Juan Carlos Valerón, que gano la copa del Buey al Madrid en su estadio el día que celebraba su centenario, vuelvo a matizar no soy del Depor pero aquel día sí como hace un par de semanas lo era de la Juventus, a lo que iba, a pesar de esa única visita y no tener ninguna motivación de volver, el nombre de ese bar ha hecho que ese gentilicio me sea especial.
BODEGA EL BURGALES
Y ahora si queréis saber que es un bar, creo que lo mejor es dar un jodido ejemplo y solo se me viene a la cabeza uno. Su nombre no es otro que Casa de comidas Gabi o como su luminoso de tela con rallas rezaba, El Burgalés. A pesar de nunca haber estado en Burgos salvo una excursión cuando apenas tenía 11 años en Miranda de Ebro (si fui a este sitio obviamente tuve que cruzar la provincia por si se quiere rizar el rizo), un sitio en el que mi mejor recuerdo fue ver en una pantalla gigante de albergue la heroica gesta de aquel Depor dirigido por Jabo Irureta y timoneado por uno de mis ídolos, Juan Carlos Valerón, que gano la copa del Buey al Madrid en su estadio el día que celebraba su centenario, vuelvo a matizar no soy del Depor pero aquel día sí como hace un par de semanas lo era de la Juventus, a lo que iba, a pesar de esa única visita y no tener ninguna motivación de volver, el nombre de ese bar ha hecho que ese gentilicio me sea especial.
Aquel local de apenas 20 metros cuadrados y menos personas
de aforo, podría decir que ha sido (y digo ha sido porque ya no está) uno de
los sitios más maravillosos de este amasijo de hormigón, llamado Leganés, en
otras palabras, la maldita utopía y de esto estoy seguro que pueden
corroborarlo el compañero Bilipotas y el Rata de Cloaca, que encima era el que
más cerca vivía de los tres. Estos tres mendas y mucha más gente por supuesto,
hemos compartido grandes momentos y botellines de 5 estrellas dividiendo con fraternidad
y compañerismo aquellas barras de pan rellenas de crujiente escalopín o burbujeante panceta,
gloriosas tortillas de patatas o sin duda los heroicos
huevos fritos que sin
temor a nada se enfrentaban a una inmensa fuente de patatas fritas, donde el kétchup
daba lugar a entender que ahi había ocurrido una masacre, en aquella brillante barra
de acero o en sus bancos aledaños, todo acompañado por la mejor música caribeña,
electrolatino o el inigualable Rock Duro de los Banzai que no nos cansábamos de
escuchar..
Pero como todo, se acabó y ahora son otros los que disfrutan de la posiblemente mejor cantina que ha dado este país. Desde que aquella persiana bajará para siempre (o no) esa plaza no ha vuelto a ser la misma o al menos eso me pareció la primera y última vez que pase por allí desde aquel día... incluso la fauna de palomas y pardales ha tenido que emigrar...
Y bueno va tocando llegar a su fin que es viernes y para lo que habéis pagado por leer ya esta bien.
ALVARITO CERVEZAS
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